La creciente dependencia mundial del petróleo y el gas de Rusia, cada vez más caros, ha alimentado sus agresiones extranjeras. Como ocurrió con los déspotas de Oriente Medio, ricos en petróleo, en la década de 1970, el mayor aliado de Rusia han sido los ambientalistas que, por ser anticapitalistas, se oponen precisamente a las energías que mejor impulsan la infraestructura del capital: los combustibles fósiles y la energía nuclear. En lugar de que las economías avanzadas utilicen estas formas de energía abundantes, baratas, seguras y confiables, los ambientalistas prefieren confiar en las formas medievales y preindustriales (viento, agua, sol), a sabiendas de que el capitalismo perecería si las utilizaran de manera generalizada.
Únase a nosotros en Morals & Markets el 24 de marzo a las 17:00 PT/ 20:00 ET para debatir»Cómo la guerra contra los combustibles fósiles alimenta la guerra«Después de la introducción del tema de 20 a 30 minutos del Dr. Salsman, ¡habrá otros 60 minutos disponibles para la discusión, las preguntas y el debate!
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